GHOST 10

Brooks no es una marca que se caracterice por realizar unos empaquetados espectaculares y, en esta línea, las Brooks Ghost 10, vienen en la caja estándar de color azul cielo de Brooks. Con ello, parecen querer decirnos que lo importante, y por lo que estamos pagando, está en el interior y no en el envoltorio.

Una vez fuera de caja, nuestra primera impresión al tener las Brooks Ghost 10 en nuestras manos es que no parece que haya grandes diferencias con el modelo anterior de la saga en cuanto al peso y el estilo de la zapatilla. Como hemos comentado en otras ocasiones, Brooks sigue siendo, desde un punto de vista estético, una marca bastante conservadora, marcada por modelos de apariencia sobria y poco rompedora para los modelos que se ven hoy en día, pero que hacen las delicias de los que prefieren las zapatillas con el diseño "de toda la vida", en este caso con colores negro y azul metalizado.

Las Brooks Ghost 10 mantienen el peso respecto a su predecesora, de 290 gramos, un peso medio-bajo teniendo en cuenta que estamos en la gama de amortiguación de la casa de Seattle. Por su parte, al malearlas un poco, notamos que el upper, tiene un tacto muy agradable con una malla tupida en la parte delantera y un contrafuerte muy compacto en la zona del talón y, como suele ocurrir con las zapatillas Brooks, nos transmiten comodidad incluso antes de calzarlas. Veamos si es así.

 

La marca norteamericana Brooks, creadora de las Brooks Ghost 10, con más de un siglo de antigüedad, ha conseguido hacerse un espacio en el competitivo mundo del running gracias a la fiabilidad y la consistencia en las prestaciones de sus zapatillas, a las que someten a una constante evolución a través de sus diferentes sagas. En este sentido, sin llegar aún al número de versiones de la saga más conocida de Brooks, la Glycerin, las Brooks Ghost han alcanzado su décima edición gozando de una salud envidiable.   

Las Brooks Ghost 10 suponen una evolución tranquila y continuista respecto a su predecesora, sin incorporar novedades revolucionarias pero si incluyendo mejoras significativas en aquellos aspectos que priorizan los potenciales compradores de las Brooks Ghost 10, esto es, amortiguación, fluidez y comodidad y, todo ello, sin renunciar a los principales atributos que han definido a las anteriores versiones.

Como con el resto de los modelos de la casa Brooks, la adquisición de las Brooks Ghost 10 a través de su web va acompañada de la garantía “true blue” en virtud de la cual, si no estamos satisfechos con sus prestaciones, las podemos retornar en los 30 días siguientes a la compra.

 

La media suela de las Brooks Ghost 10 está fabricada con el compuesto “biomogo”. La utilización de este compuesto es uno de los elementos diferenciadores de la casa Brooks que, como hemos comentado en alguna otra ocasión, es un fabricante especialmente sensibilizado con el medio ambiente. Al respecto, simplemente indicar que, según nos publicita la casa norteamericana, el “biomogo” se degrada mucho más rápido que otros compuestos utilizados por sus competidores en el mercado, de manera que su impacto ambiental se reduce exponencialmente.

En cuanto al drop de las Brooks Ghost 10 no hay ninguna novedad respecto a su antecesora ya que siguen manteniendo los 12mm que están ligeramente por encima del estándar de mercado para unas zapatillas de este tipo, seguramente con el objetivo de reforzar aún más la amortiguación y ayudar a aterrizar el pie con el talón o mediopié. No obstante, debemos decir que nuestras sensaciones en carrera al probar las Brooks Ghost 10 no han diferido especialmente respecto a las otras zapatillas de la misma gama con un drop ligeramente inferior.

Respecto a la amortiguación, las Brooks Ghost 10 recurren al socorrido sistema DNA, sistema “inteligente” de amortiguación que permite obtener un retorno proporcional de la fuerza que se ejerce sobre el mismo de manera que la mediasuela deviene más rígida o blanda en función de la pisada, el peso y la fuerza con la que el corredor realiza la pisada, consiguiendo compensar ambos efectos y garantizándonos una buena combinación en la que prima la firmeza que buscan aquellos corredores de más peso sobre la reactividad que desean los más rápidos. En este sentido, nuestra sensación es que las Brooks Ghost 10 son una apuesta segura para aquellos que busquen una garantía de tener una amortiguación fiable a largo plazo más que la explosividad en el lanzamiento.

Se han realizado algunas innovaciones en la suela de las Brooks Ghost 10, particularmente mediante la inclusión de un taqueado más agresivo con el fin de potenciar tanto el agarre al terreno como la mayor reactividad y flexión. Este taqueado interactua con la mediasuela a lo largo de toda la parte exterior de las Brooks Ghost 10 mediante una serie de ranuras que ayudan a dicha flexión. .

En este mismo sentido, las Brooks Ghost 10 incluyen en toda la parte delantera tres líneas transversales que atraviesan todo el antepié de la zapatilla consiguiendo que la reactividad sea mucho más natural, reforzando el caucho en la puntera para garantizar un mayor impulso en el despegue y que la salida en el lanzamiento de la carrera tenga mucha respuesta.

Esas tres líneas contienen, a su vez, dos cortes longitudinales que ayudan un poco más si cabe a esa flexión, buscando el movimiento más fluido posible y contribuyendo a estabilizar la pisada, lo que Brooks conoce como los “Omega Flex Grooves”.

En cuanto a la zona del talón de las Brooks Ghost 10, que es la que sufre mayor desgaste, la casa norteamericana ha introducido en toda la zona exterior del talón, el material que aplican a sus mejores zapatillas, el caucho de alto rendimiento HPR, un biocompuesto enfocado a aumentar dos aspectos vitales para el entrenamiento: durabilidad y tracción en las zonas de máxima abrasión de la suela.

Después de muchos kilómetros con las Brooks Ghost 10 podemos atestiguar que tanto el agarre de las zapatillas en las diferentes superficies como la durabilidad de la suela al utilizarla en estos diferentes terrenos ha sido más que notable, sin que se note en demasía la abrasión derivada de su uso continuo.

Si alguna zona de las Brooks Ghost se ha renovado en su décima versión es precisamente en el upper.

En la parte delantera, Brooks ha seguido aplicando a las Brooks Ghost 10 el mismo tipo de mesh que utilizó en la versión novena, el denominado “Air Mesh”, pero aumentando el tamaño de los orificios en la malla exterior de manera que se incremente, si cabe aún más la transpiración de la zapatilla manteniendo los pies a una temperatura agradable. Como hemos comentado en otras ocasiones, la otra cara de la moneda de tanta transpirabilidad es la poca impermeabilidad que creemos irá asociada a las mismas. Asimismo, la parte delantera la remata una estructura más clásica en la puntera con las costuras por el exterior.

En el empeine encontramos otra de las tecnologías clave en Brooks en los últimos tiempos, el 3D Fit print, que  sirve para, realizando la función de chasis, unir la parte delantera y trasera de la zapatilla, mediante un termosellado con el que se logra un mejor soporte y ajuste de la zapatilla, mejorando su aerodinámica.  

En el talón de las Brooks Ghost 10, y como contrapeso, tenemos la parte más rígida de toda la zapatilla, al estar reforzada con un buen contrafuerte para proteger al calcáneo y el tendón de Aquiles. Como hemos comentado al hablar de la mediasuela, es una zapatilla que se preocupa especialmente de aquellos corredores cuya pisada es “talonera” y, precisamente, es este tipo de corredores el que tiene más riesgo de lesión o sobrecarga en esta parte de la anatomía.  

En lo que las Brooks Ghost 10 no fallan, como hemos resaltado en otras ocasiones, es en poner a nuestra disposición uno de los collares más confortables del mercado, muy acolchado y que envuelve al pie de forma natural y sin que lo notemos aprisionado en reposo ni se dilate en exceso perdiendo sujeción cuando nos hemos puesto a correr. Todo ello, combinado con una lengüeta igualmente acolchada y que se fija bastante bien, gracias al pasador que tienen en el centro de la misma, y no fijándola a la zapatilla como se han puesto de moda últimamente, hacen que la confortabilidad que buscamos en un zapatilla de entrenamiento esté más que lograda.

Las Brooks Ghost 10 tienen una horma realmente cómoda en la que no tenemos ningún problema para que los dedos se puedan mover con libertad, con un tallaje ajustado en el mediopie, pero que no nos ha provocado ningún tipo de rozaduras cuando hemos realizado tiradas largas.

Gracias a esa horma relativamente amplia, las Brooks Ghost 10 son unas buenas zapatillas para aquellos que usen plantillas especiales y, en nuestro caso, no ha habido ningún inconveniente en reemplazarlas. Si a ello le sumamos que el arco del pié no está especialmente marcado, algo normal en una zapatilla neutra, podremos usar esas plantillas sin generar un excesivo arco que nos genere ampollas en la parte interior del mediopié, como nos ha ocurrido en otras pruebas.

Si las que usamos son las originales que vienen con las Brooks Ghost 10, solo podemos decir que son cómodas y acolchadas, del mismo compuesto “biomogo” que hemos comentado anteriormente.

Habiendo probado las Brooks Ghost 10 a lo largo de varias sesiones en diferentes condiciones, tanto de superficie como atmosféricas, podemos decir abiertamente que las Brooks Ghost 10 nos proporcionan todas y cada una de las prestaciones que nos prometen.   

Por una parte, son unas zapatillas tremendamente cómodas y con un buen ajuste, tanto que nos atreveríamos a decir que pueden romper tranquilamente el tópico que aconseja no hacer nunca una tirada larga cuando estrenamos unas zapatillas. La flexión de las Brooks Ghost 10 es óptima desde el primer momento y no se requieren prácticamente kilometros para ponerlas a pleno rendimiento.

A pesar de ser una zapatilla destinada al entrenamiento debemos decir que no nos han parecido nada pesadas, la amortiguación funciona a la perfección, especialmente cuando entramos de talón y la respuesta en la pisada es suave y cómoda.

Las Brooks Ghost 10 son esencialmente rodadoras y, por tanto, cuando las hemos utilizado en entrenamientos fartlek, realizando grandes cambios de ritmo, es seguramente donde más las hemos visto sufrir. No obstante, en carrera continua o las tiradas largas a “ritmo diésel”, las Brooks Ghost 10 son una auténtica maravilla, con una comodidad difícil de superar desde el primer hasta el último kilómetro.

Si a ello le añadimos, tal y como hemos comentado anteriormente, que la durabilidad de las Brooks Ghost 10 es remarcable y la suela apenas ha sufrido abrasión con el paso de las sesiones de entrenamiento, nos encontramos con una zapatilla que, en una palabra, podemos definir, como fiable.

Las Brooks Ghost 10 son unas zapatillas pensadas para ritmos medios, tanto en entrenamientos como competiciones de media y larga distancia y las consideramos una muy buena opción para corredores de peso ligero – medio y de pisada neutra que busquen una zapatilla que podemos denominar como “redonda”, es decir, que sin ser un diez en ninguna categoría sea más que notables en todas ellas, sin que podamos apreciarles ningún gran defecto.

Con las Brooks Ghost 10 podremos rodar kilómetros y kilómetros con una puesta a punto prácticamente inexistente y con una resiliencia más que destacable, por lo que las recomendamos para aquellos que necesiten unas zapatillas con las que preparar una maratón o ultradistancia y tengan un presupuesto relativamente ajustado.  

Al respecto, basta decir que cinco de las nueve versiones anteriores de las Brooks Ghost han ganado el premio “best buy” (mejor calidad precio) de la edición norteamericana de Runners´ World, y no  nos extrañaría nada que consiguieran el famoso sextete con esta décima edición.

PROs:

+ Una zapatilla notable en todos los aspectos y sin defectos remarcables.

+ Una muy buena calidad - precio

+ Una comodidad superlativa con un sistema de amortiguación muy notable, especialmente para aquellos que entran con el talón.

 

CONtras:

- No hemos encontrado contras relevantes