SOLARGLIDE 5

Pros:

 1 - Estabilidad. Las diferentes partes que conforman el chasis son anchas y transmiten seguridad y protección a medida que suceden los kilómetros.

2 - Amortiguación. La zona trasera se percibe muy amortiguada lo que mejora la transición y asegura el confort con los kilómetros.

3 - Tracción y agarre. ¿Alguien puede discutir el comportamiento del caucho continental? Parece que en la Solarglide 5 lo hace todavía mejor.

4 - Acabado en los acolchados del retro pie. Jugando con distintes densidades de foam consiguen liberar al Aquilles de presiones y de posibles fricciones.


Contras :

1 - Sigue siendo una zapatilla un tanto pesada (250 gr en talla 45)

2 - La lengüeta genera un pliegue inferior incómodo y poco adaptable para la zona del medio pie.

3 - Es de esas zapatillas que necesita de unos días para "romperse" y amoldarse de forma correcta a cada uno.

4 - A ritmos altos la zapatilla pierde todo su potencial. Algo rígida y con poco retorno en carrera.

Han ido cambiando de nombre con el paso de las versiones, pero su espíritu se ha mantenido intacto. Corredores y corredoras, hoy os traemos al caballo de batallas, la zapatilla de armario, el buque insignia (llamarla como queráis) de adidas running : La Solarglide 5.

Renovada por completo e incluso más ostentosa de lo habitual, llega una versión más del probablemente mejor modelo de entrenamiento de rodaje y volumen que adidas atesora entre todo su catálogo.

La Solarglide 5 continúa utilizando las mismas tecnologías de hace dos o tres versiones, pero las reajusta mediante nuevas formas y nuevos patrones para implementar la seguridad, la comodidad y al mismo tiempo la protección para el pie.

Si la Ultraboost es algo pesada para ti o incluso, poco eficiente para salir a entrenar a diario, toma nota de la zapatilla que hoy te presentamos. Hemos sometido a esta nueva versión de la que fuera, una de nuestras zapatillas icónicas y favoritas, la Glide Boost, a un severo test de rendimiento en un amplio abanico de situaciones y entrenamientos.
 

Ya desde el minuto uno, la zapatilla transmite algo distinto a lo que hicieron sus inmediatas predecesoras. Una transición agradable y controlada, aunque quizá algo torpe a según que ritmos, que proviene de un talón recogido y un rocker delantero elevado que trabajan de la mano dando solidez y eficiencia a la carrera de cualquiera.

Además, la zapatilla se percibe muy estable, gracias a como ahora os contaremos, un contorno superior de espuma EVA lateral que envuelve la parte alta de su mediasuela (por encima del gran bloque de Boost).

Aquí es donde nos entra la duda de si la zapatilla valdría también para corredores con pronación. Nosotros diríamos que sí, aunque veremos si adidas acaba produciendo una versión ST (estabilidad) en el futuro que nos termine rompiendo los esquemas.

El Boost es la seña de identidad de esta zapatilla y de los modelos de entrenamiento de la casa alemana y como no podía ser de otra manera, se encuentra bien visible en la Solarglide 5. Duradero y amortiguado, pero poco ligero, eso es lo que transmite y aporta este poliuretano tan y tan famoso por todos nosotros.

Nosotros como testers, que rondamos los 75 kg tenemos que decir que la Solarglide 5 ha sido una zapatilla de uso bastante específico. Apta evidentemente para rodar largo sintiendo una base segura y protegida y como era de esperar, demasiado rígida y aparatosa en días más específicos. Aún recordamos el día del 10x400m intentando llegar a ritmos sub 3’50”/km….

Como bien sabréis, nos encanta sacar las zapatillas de su zona de confort, y tal cual lo hemos hecho en contadas ocasiones con estas adidas. El rodaje largo, el control del ritmo y la prioridad del confort son algunos de los momentos o situaciones en los que la Solarglide se defiende como pocas otras.
 

Como buena rodadora que es, la Solarglide necesita de unas salidas para amoldarse y adaptarse al pie de cada uno.

Estamos ante una zapatilla pesadita, son prácticamente 350 gramos en talla 45 eu, así que como veis, ni mucho menos tenemos un peso pluma entre nosotros.

Eso la posiciona como buena candidata a las salidas diarias, sobre todo aquellas en las que busquemos principalmente comodidad y una protección que viene prevista desde más allá que de la propia mediasuela.

El upper es un producto Primeblue, y es otro de los elementos remarcables de la Solarglide 5 ya que cuenta con material fabricado a través de un 50% de materiales Parley Ocean Plastic y un 50% de poliéster reciclado. La verdad es que a nivel de confort y transpirabilidad trabaja realmente bien, y son algunas de sus partes las que nos han dejado con una sensación digamos que menos agradable.

La más destacable es su lengüeta. La mejora de este elemento tan relevante para la sujeción del pie será uno de los puntos a mejorar de adidas en futuras versiones de la Solarglide. Una lengüeta poco cuidada que al colocarla  y ajustarla con los cordones, crea una arruga importante en su parte inferior, lo  que permitirá ver incluso el calcetín por un pequeño agujerito. ¡Ay si la lengüeta estuviera unida al upper!

El contrafuerte si que es de las partes que nos gustan. Generosamente acolchado y preciso a la hora de ajustar la zona del Aquiles y evitar movimientos innecesarios en esa parte del pie. Su diseño además es verdaderamente interesante. El centro parece no tener protección interior y solo sus laterales cuentan con una especie de paredes firmes. Eso imaginamos que permite tener el Achilles menos cargado muscularmente y evitar posibles fricciones.

Cómo veis, una zapatilla de adidas bien posicionada dentro de su segmento que a todos se nos ha pasado alguna vez por las mentes adquirir. Está claro que a ritmos suaves es cuando mejor comportamiento tienen y tal como hemos comentado, su peso “alto” puede limitar o al menos ser notorio durante el rendimiento en carreras o entrenamientos de duración superior a los 90-100 minutos.
 

El uso de una buena cantidad de material en su suela, hacen que además de ofrecer una gran y controlada transición talón – puntera, la estabilidad en carrera salga reforzada.

El LEP 2.0 system que tiene un papel importantísimo generando esa seguridad en carrera, es una tecnología que adidas lleva muchos años trabajando a través del torsion system. Se trata de una pieza plástica que cruza la mediasuela extendiéndose desde la parte trasera, hasta la parte delantera de la zapatilla. En esta Solarglide 5 su forma nos recuerda un poco a la de las patas de una araña. Por los laterales, como si fueran 4 patas, se extienden y crean una base sólida en el impacto. Para que nos entendáis, tiene forma de “H”.

Al principio puede parecer algo rígida toda ella en sí, especialmente en la parte delantera. Pero igual que os decíamos en la anterior sección, tranquilos, dejad que pasen los días y los kilómetros.

Esta especie de 4 patas quedan reforzadas en la suela con un grosor de caucho mayor y de hecho, adidas te lo pinta con un color distinto al resto de goma.

El resto de caucho proviene del fabricante Continental, lo cual es valor seguro.  Lo que si observamos que es muy distinto es la geometría que ha utilizado la Solarglide 5 y que no se asemeja a ningún otro modelo de la marca alemana. Con el cambio, la verdad es que no percibimos grandes diferencias y como esperábamos, la durabilidad y sobre todo la tracción, siguen siendo un valor más que seguro.