On Cloudboom Echo 3 VS Saucony Zealot ISO 2

Pros: 
1 - Ideal para competiciones de corta o media distancia a ritmos altos
2 - Sorprendente buena tracción sobre terrenos secos.
3 - El hecho de no contar con tanto perfil, hace que sea bastante estable en giros pronunciados o cambios de sentido repentinos.
4 - Los acabados y el diseño de las partes que la conforman son top.
5 - Tacto firme del Helion HF y el no ser una zapatilla muy maximalista, hace que la sensación de reactividad sea pronunciado desde el minuto uno de la transición.

Contras: 
1 - Durabilidad de algunos de sus materiales.
2 - Algo firme de tacto para tirar de ellas en larga distancia. Por lo menos para la mayoría de corredores más "mundanos".
3 - El upper en la parte delantera queda holgado. En algún punto se nos generan pliegues en el propio mesh
4 - Cordones extremadamente largos.  

Amor a primera vista con las Saucony Zealot ISO 2, no solo son bonitas sino que además son cómodas y nos da la sensación que nos van a acompañar en muchos rodajes. Eso sí, son justas. Contad media talla más de la que utilizáis normalmente.
Cuando abrimos la caja vemos al instante que las Saucony Zealot ISO 2 son el tope de la gama: materiales cuidados, calidad en la presentación, colores llamativos… Nuestro modelo femenino combina el púrpura y el coral (es un color entre rosa y el naranja melocotón). La gente las mira, no os vamos a engañar.
Comparadas con sus predecesoras, las Saucony Zealot ISO, las encontramos más flexibles y más blandas y cómodas todo y que pesan un poco más.
La calidad de los materiales empleados es alta y se nota. Las doblamos pero no se dejan hacer en exceso. Pero cuando sopesamos el peso, nos hacen abrir los ojos como naranjas: tan solo 238 g en el modelo de chica, talla 40 EU o 8,5 USA. Y este peso, para un modelo de entrenamiento, con esta amortiguación, es muy bajo.
Nos las calzamos y nos apetece llevarlas puestas todo el día. La horma no influye en la comodidad, ya que el sistema ISOFIT consigue adaptar la zapatilla a nuestro pie perfectamente, dejando espacio suficiente para los dedos y, sobretodo, sin que se mueva la lengüeta, detalle que nos molesta enormemente.